Esta ruta será la que nos lleve al Bilbao de siempre, al de toda la vida, desde el parque más tradicional, la calle de más raigambre, algunos lugares muy castizos y pintorescos, y el Casco Viejo, lo que fue, hace ya algunos siglos, Bilbao. Una pequeña aldea marinera.
Comenzamos -como no- en la plaza del Sagrado Corazón, para iniciar nuestra ruta por la Gran Vía de Don Diego López de Haro, que fue quién impulsó a Bilbao a convertirse de una pequeña aldea a una villa, con una serie de nuevas prerrogativas y beneficios que fomentaron su impulso y su crecimiento.
Cogeremos la acera de la izquierda, y casi en seguida veremos que muy pegado a la Gran Vía comienza un parque, se trata del parque de Bilbao por antonomasía, el parque de Doña Casilda Iturrizar, viuda de Epalza (uno de los fundadores del Banco de Bilbao) y benefactora de la villa. El parque es una verdadera joya, con una vegetación cuidadísima, una fuente de esas que cambia de forma, patos...qué se yo, muy bonito y relajante.
Podemos hacer una pequeña incursión, aunque luego nos adentraremos algo más.
Psrque de Doña Casilda Iturrizar |
En esta acera veremos algunas de las casas más imponentes de Bilbao, que además tienen fachada a la Gran vía y al propio parque...
Y en la acera de enfrente, a la altura de Doctor Areilza, esta maravilla...
Podemos disftutar de estas vistas de la Torre Iberdrola, detrás del parque...
Llegará un momento en que en una de las travesías veáis no muy lejos el edficio (la parte nueva) del Museo de Bellas Artes. Un magnífico museo que recomiendo visitar.
Si váis hacia el edificio del museo, a mano derecha podéis ver la estatua dedicada a los Hermanos Tonetti. A cualquiera de mi generación creo que no hace falta explicarles quienes fueron, y lo chulo que era su circo.
Museo de Bellas Artes |
Museo de Bellas Artes |
Volvemos a tomar la gran vía, disfrutando de sus magníficos edificios
Hasta llegar a una de las plazas más emblemáticas de Bilbao, la Plaza Moyúa. Algunos de los poderes del estado están en esa plaza, con "pollo" preconstitucional incluido, y uno de los hoteles más tradicionales, el Carlton
Plaza Moyúa, el Carlton y el "pollo" |
El Hotel Carlton |
Prácticamente en la misma plaza vemos la iglesia de los Agustinos, y cerca una de las pastelerías Arrese, donde podemos comprarnos un pastel ruso (una de las maravillas de Bilbao)
Iglesia San Agustín |
Cerca, en la acera de la derecha, llegaremos al imponente edificio de la Diputación Foral, y detrás la biblioteca, dos magníficos edificios.
Diputación Foral |
Bilbioteca Foral |
Enfrente de la Biblioteca, podemos entrar a La Viña y degustar pintxos de jamón Joselito (casí nada), y seguir por La Olla o El Globo, con diversos pintxos todos ellos magníficos.
Podemos volver a la Gran Vía, y cambiamos otra vez de acera, y a la altura del edificio del BBVA, entramos por esa calle a buscar la calle Ledesma.
Ahí tomé un montadito de morcilla con pimientos, de categoría especial.
Volvemos a la gran vía, y llegamos a la plaza Biribila, donde podemos conocer a Don Diego López de Haro
Y el magnífico edificio del Banco de Vizcaya
Enfrente está la estación Bilbao Abando-Indalecio Prieto. Os recomiendo su visita. Y luego seguid hacia un puente, tras el que podéis atisbar el Casco Viejo. Antes os encontraréis el magnífico edificio de la Sociedad Bilbaína
Edificio de la Sociedad Bilbaína |
Panorámica desde el puente, a la izquierda, al fondo, la pasarela Calatrava, en primer término, el Arenal, a la derecha, el teatro Arriaga |
Inmediatamente llega el imponente Teatro Arriaga y en seguida el inicio del Casco Viejo
El Teatro Arriaga |
La Plaza Nueva y el Casco Viejo |
La Plaza Nueva. |
El casco viejo es un lugar lleno de vida, día y noche. Gracias al turismo, han ido abriendo muchos locales dedicados a la restauración, con cierto toque tradicional. Sin embargo, os reseñaré varios lugares muy típicos o curiosos que no deberíais dejar de visitar:
La fuente del perro, la Catedral de Santiago, las siete calles (lugar en el que se dirimían todas las trifulcas entre abertzales y policiía), el Mercado de la Ribera (ahora restaurado, prometo fotos cuando vuelva a Bilbao), un Mercado de los de verdad, no de estos turísticos, tipo La Boquería o San Miguel.
Comercio típico |
Y algún sitio más para potear y/o comer. Uno, el Gatz (Santa María, 1). No os perdáis la tortilla de morcilla
Otro es Basaras, (Pelota 2), donde dan un pintxo de anchoa con alegría riojana que resucita a un muerto. Un lugar que también parece anclado en otros tiempos de luchas nacionalistas, pero en el puedes comer muy bien y a muy buen precio, es Txomin Barullo. Y por último, ya que están en Bilbao desde el siglo XIX, la Turronería / Heladería de Adelia Iváñez (Calle del Correo), un lugar con mucho encanto y unos magníficos turrones de Xixona, o helados artesanos, según temporada. Y si tenéis la suerte de conocer a Adelia, mejor. Es un encanto de persona. En Bilbao son muy muy conocidos, porque la familia lleva yendo a vender turrones desde el siglo XIX.
Perdeos por las callejuelas del Casco Viejo, que tiene mucho encanto a cualquier hora del día o de la noche, y disfrutad de lo que en principio era Bilbao, una pequeña aldea de pescadores.
Espero que os hayan interesado estos paseos por Bilbao. Naturalmente, hay mucho más que ver y disfrutar, es inevitable que queden muchas cosas en el tintero. Pero una vez allí, seguro descubrís muchos otros rincones para disfrutar.