jueves, 23 de abril de 2020

Burgos (I). Historia y Encanto

En España, afortunadamente, existen multitud de enclaves, ciudades, pueblos, con una relevancia histórica considerable. Algunas como Valencia, Barcelona, Madrid, Toledo, Zaragoza, Salamanca, Córdoba, Sevilla, etc son cruciales en la historia de este país. Burgos, es una de estas ciudades.

De importancia política y social durante muchos años en la historia de Castilla, a Burgos le queda ese poso capitalino, que aunque no llega a impregnar tanto la ciudad como en el caso de Toledo por ejemplo, se ve compensado por su encanto, por la vida del centro histórico, en el que vive la gente a diario, no como en otras ciudades en las que quedó más como una especie de parque temático, donde los lugareños van a trabajar y luego vuelven a sus casas en otros barrios.


El río Arlanzóna su paso por Burgos


Yo tengo debilidad por la ciudades que se dejan pasear, es decir, que son fáciles de recorrer, más que por su tamaño, por la calidad urbana de las mismas, por la orografía, etc. Burgos es una ciudad "paseable" al cien por cien. Aunque es una ciudad de casi 200.000 habitantes, el centro es de un tamaño abarcable. La cruza el río Arlanzón, y en sus márgenes hay unos espacios verdes espectaculares, casi asilvestrados y que proporcionan a la ciudad una zona absolutamente tranquila y relajante, y en general el paseo por sus calles es tranquilo, pausado y muy interesante.

El rio Arlanzón en pleno centro de la ciudad




Nuestra visita a Burgos (hablo en plural, porque el viaje lo hicimos mi hermano y yo) fue muy breve, sólo día y medio, de modo que entre los múltiples lugares que merece la pena visitar, optamos por centrarnos en uno, y luego dejarnos llevar por la ciudad, para lo cual hay que decir que íbamos magníficamente orientados en materia gastronómica y sobre qué zonas visitar, de modo que lo único que hubo que hacer, fue descartar algunas cosas, y dejarlas para otra(s) visitas.

PASEAR POR BURGOS

Como he dicho, Burgos invita al paseo. Además de su centro, peatonalizado y muy interesante, pudimos disfrutar de las zonas verdes en las riberas del río, y en nuestro camino hacia el centro desde el hotel, pasamos por dos enclaves importantes de la ciudad: el ya mencionado río y el Paseo del Espolón.

El Paseo del Espolón en su inicio

Este paseo, magnífico, amplio y a la vez muy acogedor, que es el "tontódromo" de Burgos (toda ciudad que se precie ha de tener uno), siempre ha sido muy frecuentado por los burgaleses de toda condición, y dada su amplitud, antaño permitía que todo burgalés disfrutara de él, pero de una parte del mismo, en función de la clase social a la que perteneciera. Así, las familias pudientes usaban un lateral, el más cercano al Casino, los auto llamados "artesanos", la parte central, mientras que el denominado "servicio" paseaba por el otro lateral.

El paseo del Espolón, en su parte central

Detalle de los preciosos plátanos orientales que se entrecruzan y dan una sombra tupida y fresca


El paseo discurre aproximadamente  en el eje E-O de la ciudad, entre el río y la zona centro de la ciudad, a la que puedes acceder desde cualquiera de las calles que acaban en el paseo. Acabarás en alguna calle digna de ser vista, o en la que haya alguna taberna donde tomar una caña y comer algo, con toda seguridad. Sin embargo, y aunque seguro que habrá más, te sugeriré tres puntos de acceso que a mi me llamaron la atención.

1.- AL CENTRO HISTÓRICO POR EL ARCO DE SAN JUAN

Como a la mitad de la calle de San Lesmes veremos un edificio moderno (La biblioteca pública del Estado), y a continuación la iglesia de San Lesmes. Justo enfrente está este acceso al centro histórico, que podemos decir que empieza aquí por su lado este.


Biblioteca e iglesia de Sam Lesmes


Iglesia de San Lesmes, junto a ella, Biblioteca




Fragmento de la muralla de la ciudad

Arco de San Juan

2.-  AL CENTRO HISTÓRICO POR LA PLAZA DEL REY SAN FERNANDO

Es una especie de pequeño brazo que alarga la plaza hasta el paseo del espolón. La vista es bonita, se ve la catedral y la callecita es coqueta.

La plaza del rey San Fernando



3.- AL CENTRO HISTÓRICO

Aunque la anterior entrada es tentadora, yo te recomiendo que camines unos pocos metros más hasta este acceso, una puerta monumental, impresionante.


Arco de Santa María

Y si esta vista te ha impresionando, espera a pasar bajo el arco, porque lo que vas a ver es esto:


Catedral

 La imponente y bellísima catedral.  Patrimonio mundial de la humanidad, y uno de los templos más impresionantes que he podido visitar. Pero de la Catedral hablaré en la siguiente parte. Desde cualquiera estos puntos accedes al centro desde un lugar distinto. Comentaré a continuación posibles paseos, según desde qué punto acedas.


ENTRANDO POR EL ARCO DE SAN JUAN

Puedes seguir por la calle del mismo nombre dejándote llevar por los comercios y los locales de restauración, que se hacen más abundantes según avanzas. En alguna de sus travesías puedes encontrar las grande cadenas. además de pequeños comercios muy interesantes. Si tuerces a la izquierda por la calle de San Lorenzo, irás encontrando lugares donde tomar algo líquido y sólido, pero de eso hablaremos en la segunda parte. También encontrarás la iglesia de San Lorenzo Abad.


Iglesia de San Lorenzo el Real

Frente a la taberna El Orfeón, de la que ya os hablaré, está la calle Arco del Pilar, con el Arco al fondo. Por ahí accedes a una calle/plaza, la calle Huerto del Rey, un lugar agradable donde tomar una cerveza en alguna de sus terrazas viendo al fondo la catedral.


Calle Huerto del Rey. Al fondo a la derecha el Arco del Pilar. A espaldas de la cámara, se accede a la calle Llana de Afuera


Calle Huerto del Rey. Al fondo a la derecha el Arco del Pilar. A espaldas de la cámara, se accede a la calle Llana de Afuera

Siguiendo por un rincón a la derecha llegas a la calle Llana de Afuera, que es ancha al principio, y muestra parte de la Catedral al fondo.


Calle Llana de Afuera

Si sigues esta calle a la izquierda, y luego a la derecha, llegas a la plaza de la Catedral, y ahí coincides con las otras dos entradas.


ENTRANDO POR LA PLAZA DEL REY SAN FERNANDO

Llega hasta la Catedral, tuerce  a la derecha por la calle Paloma, es algo más comercial, para pasear viendo los comercios locales, interesantes y diversos. Si te apetece, tras unos metros tuerce a la derecha por la calle Cardenal Segura hasta la plaza mayor. Una plaza porticada de planta irregular, y en la que además de alguna cafetería de las de toda la vida, está el edificio antiguo del ayuntamiento. conviene echar un rato paseando bajo sus pórticos y disfrutando de lo que nos vayamos encontrando.

Plaza Mayor 
Plaza Mayor



Luego puedes salir por la Travesía del Mercado y calle Carnicerías. De frente verás la Diputación, y a la derecha comienza el paseo del Espolón. A la izquierda, bordeando el Teatro Principal, tienes la estatua del Cid, y a la derecha comienzan los jardines del paseo, al cual puedes dedicarle el resto del paseo.

Estatua del Cid

ENTRANDO POR EL ARCO DE SANTA MARÍA

En realidad, este acceso y el anterior van a la plaza del rey San Fernando, uno al este, y otro al sur. Aprovechando esta circunstancia haremos una ruta distinta, mucho más monumental, ya que nos llevará a la entrada principal de la catedral, a toda su fachada oeste y norte, recorriendo algunas calles y plazas menos concurridas que las de los otros paseos.

 Una vez hayamos accedido a la plaza, veremos frente a nosotros una rampa escalonada que nos lleva a la plaza de Santa María, en donde está situada la fachada principal del tempo con sus dos torres características, cuyas agujas se alzan majestuosas a casi 100 metros de altura. Merece la pena parar y mirar, y si es el caso tomar alguna que otra fotografía. Si eres amante de la arquitectura gótica, este paseo no te defraudará.





El paseo continúa subiendo unas pocas escaleras al fondo de la plaza. A partir e aquí encontraremos algunos rincones y miradores desde donde admirar la belleza de la Catedral, que desde esta parte está más cercana. Iremos por la calle Fernán González. junto al lateral de la iglesia y pasad su esquina a la izquierda veremos uno de esos miradores, con bancos para sentarse y disfrutar de las vistas. En esta placita está también la iglesia de San Nicolás de Bari.

San Nicolás de Bari
Podrás también en diversos momentos del paseo, ver imágenes como éstas:







Pasada la Catedral unos 100 metros, a la izquierda veremos el albergue de peregrinos de Burgos y justo enfrente la plaza de Los Castaños, que desciende en suave rampa escalonada y cruzado un pequeño callejón nos devuelve a la calle Llana de Abajo, desde donde podemos buscar algún lugar donde refrescarnos y tomar fuerzas, ya que estamos de nuevo en el centro de la ciudad.


Plaza de los Castaños


Y aquí concluye la primera parte de este viaje a Burgos.









domingo, 11 de agosto de 2019

GRACIAS

HACE JUSTO UN AÑO, ESTAS DOS PERSONAS ME SALVARON LA VIDA


... o al menos evitaron que se me complicara muchísimo, mermando bastante mi longevidad.

Para quienes no les conozcáis, estas dos personas son mi hijo Pau y mi hermano Ramón. ¿Y por qué soy tan rotundo en mi afirmación?. Os lo voy a explicar. Hace poco más de un año, y aunque yo me encontraba relativamente bien, mi situación era bastante grave. Mi comportamiento distaba mucho de ser normal: todo el día medio dormido, comportamiento errático, dificultad para la comprensión y para expresarme...ya, ya intuyo lo que muchos que me conocéis estáis pensando: "pues como siempre, más o menos, ¿no?". Pues sí, como siempre pero a lo bestia. Listos, que sois unos listos. Hasta tal punto de que la preocupación se extendió a todo aquel que se relacionó conmigo en esos días.

Hasta que llegó un día en que éstos dos determinaron que había que ir a urgencias, sí o sí. Y ese día fue el 11 de agosto. No les resultó fácil. Casi no recuerdo nada de ese día, pero las caras de impotencia, los gritos, las amenazas de ambos las recuerdo a la perfección. Tanto trabajo, más de una hora después, dio su fruto. Y fuimos a urgencias.


Lo otro que recuerdo de ese día fue la cara del médico de urgencias cuando le dije que yo en realidad no sabía por qué estaba allí, que me encontraba perfectamente y que fui por no discutir más con ellos. Una mezcla de incredulidad y -yo creo- temor. De los dos o tres primeros días, apenas si recuerdo nada más que una máquina infernal que te ayuda a respirar, y que me dejó, poco a poco, "a escuadra" otra vez.

El diagnóstico: EPOC, una enfermedad pulmonar, que entre otras "gracias" te dificulta a expulsión de CO2. Así que eso era lo que me pasaba, una intoxicación por CO2, la muerte dulce, le llaman.

No fue fácil, a pesar del impagable trabajo de todo el personal sanitario de la sanidad pública, que son oro molido, pero tras diez días de cuidados volví a casa.

Después, un año de baja, en el que la enfermedad ha quedado estable, que ya es mucho. Incluso, y según la muy autorizada opinión de la inspectora del INSS, (quién con toda seguridad no se ha visto enturbiada por la necesidad de recortar, so pena de recibir presiones), la cual afirma que una enfermedad que raramente mejora o muy poco, ha mejorado lo suficiente para darme el alta.

De todo esto, probablemente no estaría escribiendo si ésos dos no hubieran conseguido convencerme aquel día. Se que había otros planes alternativos, se que había mucha gente preocupada por mi estado, y he tenido este año infinitas muestras de cariño, y muchos amigos y familiares me han demostrado lo muy querido que soy. A todos vosotros, a quienes no nombraré porque no quiero dejarme a nadie, y sois unos cuantos, y copiándole el recurso que usa mi amigo Paco-Alacantí para acabar sus entradas, os dejo este vídeo musical. La canción viene a cuento, creo. Nunca olvidaré como y cuanto habéis estado pendientes de mí.





Gracias a vosotros, mi vida continuó, y cambió el día 11 de agosto de 2018





domingo, 10 de marzo de 2019

Olvidadas y rescatadas (IV)

Como sigo organizando (intentándolo) mis fotos, siguen apareciendo fotos que o han pasado desapercibidas, o ni siquiera he colgado. Os pongo unas cuantas más. Espero que os gusten.