martes, 21 de enero de 2014

Bilbao visto por un alicantino (II). Doña María, la Gota de Leche y "dos potes más y nos vamos"

Como ya os dije en la anterior entrada, Bilbao es una ciudad de un tamaño humano, con aspecto y modales de gran capital. ¿Y qué gran capital no tiene un gran ensanche?. El ensanche de Bilbao (En realidad, como casi siempre ocurre en la mayoría de las ciudades, no es uno sino varios ensanches) es magnífico. Lleno de vida, con magníficos edificios racionalistas (parece que cuajó, y muy bien, este estilo arquitectónico), estupendos comercios, la zona del poteo por antonomasia...

Y de propina, algunos ejemplos más de cómo se sigue apostando por la arquitectura de calidad en las obras públicas, y de paso, cómo se siguen ejecutando obras públicas, pese a la crisis (que allí -aunque menos- también se nota) y manteniendo el ayuntamiento sin deuda. Comencemos pues el paseo, que ya os adelanto que corto no va a ser.

Comenzamos en la calle María Díaz de Haro, a la cual es muy sencillo llegar. ¿Os acordáis del Sagrado Corazón?. Pues esa plaza da a varias calles, Sabino Arana y la Gran Vía son las dos más importantes. Si tomáis la gran vía, la siguiente calle a mano derecha es María Díaz de Haro. No es una calle especialmente bonita, sin embargo tiene varios ejemplos de arquitectura racionalista, que iremos viendo, pero casi al comienzo, a mano izquierda podemos disfrutar de otro edificio singular, el Archivo Foral de Bizkaia.


Archivo Foral de Bizkaia
Una calle más adelante, torced a la derecha, y luego la siguiente a la izquierda...seguid y en la siguiente esquina veréis uno de los edificios más bellos del racionalismo de Bilbao, el Garage Indautxu. No está excesivamente bien cuidado, pero es realmente bonito

Garage Indautxu
Volvemos a buscar María Díaz de Haro, y disfrutando de edificios como los que siguen (ya os aviso que no son los únicos, o sea que tomaos vuestro tiempo, y además, tened en cuenta que la calle es toda cuesta arriba.





Cuando veáis en la acera de la izquierda el edificio que sigue, que por cierto es chulísimo, coged esa calle (General Egía), y seguid unas cuantas manzanas, de hecho hasta que la calle acabe en un pequeño parque.  


Pero antes, observad el magnifico edificio que hay casi enfrente. Es un edificio del servicio de sanidad Vasco. Y tiene una torre con un remate precioso. 


Estáis paseando por el ensanche. Id disfrutando de los edificios, y cuando lleguéis al parquecillo, torced a la izquierda. Un poco más abajo, veréis un edificio "curioso". Se trata del Hotel Indautxu. Este edificio fue, no hace demasiados años, "La Gota de Leche". La maternidad de Bilbao, vamos. Se ha mantenido parte del edificio antiguo y detrás se le ha añadido el hotel. Juzgad vosotros mismos. A mí, me gusta.




Seguimos por la calle de la derecha del hotel, viendo edificios tan chulos como éste. La calle por la que vamos, es peatonal en su último tramo, y acaba en la Alameda de San Mamés, calle que tomaremos a la derecha para llegar enseguida a Zabálburu, una plaza muy conocida en Bilbao.



Frente a la plaza, vemos las imponentes torres del mismo nombre, y dibujando la plaza un precioso edificio, racionalista, como no podía ser de otra manera.

Torres Zabalburu

Plaza Zabalburu
Un inciso, en esta plaza desemboca una de las arterias importantes de Bilbao, la calle Autonomía, que no es una calle con demasiado encanto, pero de la que os voy a contar dos cosas: una es que suele ser la calle en la que se desarrollan la manifestaciones, por varias razones (esto es de mi cosecha), porque es ancha, larga y muy recta, y porque hace como una especie de badén a la mitad para volver a subir después, esto (y mis amigos fotógrafos me entienden, seguro), con un buen teleobjetivo da mucho juego. Donde a lo mejor no hay tanta gente parecerá que hay mucha, y donde hay mucha, agobiará.

La segunda cosa es que si os metéis por esa calle, como a dos manzanas a la izquierda y algo detrás está la plaza de toros de Bilbao. Es grande pero no demasiado bonita. Bilbao es plaza de primera categoría y su fiesta taurina muy señalada.

Bordead la plaza y tomad por la primera calle que os viene a la izquierda, y os toparéis casi en seguida con la Iglesia de San Francisco, de estilo Neo Gótico y del siglo XIX.


San Francisco

San Francisco. Al fondo Zabálburu

Ánimo, ahora vamos cuesta abajo. Seguimos disfrutando de bonitos edificios como éste


Cada vez más cerca vamos viendo la imponente estación Abando-Indalecio Prieto. Viéndola podemos darnos cuenta de la capital importancia que tuvo el ferrocarril en el desarrollo industrial de Bilbao durante la segunda mitad del s XIX y primera del XX. La estación es magnífica, pero en otra entrega pasaremos mas cerca.


Cuando más o menos veáis la estación como se ve en la foto, buscad en una de las calles que desembocan en esta por la izquierda esta pequeña joya, el Teatro Campos Elíseos, ahora restaurado.


Situado en el inicio del ensanche bilbaino (antes, esta zona era la anteiglesia de Abando), y con una impresionante fachada modernista, es una autentica maravilla. Teniendo en cuenta que aproximadamente estamos a la mitad del recorrido, bien merece la pena recrearse por la zona. Muy cerquita está el gran Casino, y pegado a él, este magnífico edificio. Si os ponéis de espaldas al mismo, tenéis a la vista el Corte Ingles, y antes la FNAC (también estaba justo frente a su fachada lateral la sucursal de la CAM...)

El edificio que se ve al fondo es Correos. Otro edificio magnífico. 


Y frente a Correos, este otro, el Instituto Miguel de Unamuno. Para ver esta fachada tendréis que bajar a la siguiente calle.

Instituto Miguel de Unamuno

Al lado del Instituto

Antes de continuar por la calle Licenciado Poza, que es en la que estamos, conviene mirar frente a la entrada del instituto, para encontrarnos con esta pequeña maravilla modernista (o art decó, no se yo), el Edificio Guridi

Edificio Guridi

Bueno, pues sigamos por la misma calle, y en la siguiente manzana nos encontramos la sede de Mútua Universal


Mútua Universal

Y este otro magnífico edificio:



Y solo un poquito más adelante, a nuestra izquierda, otra maravilla: el Departamento de Sanidad y Consumo del gobierno Vasco. Y preparaos, en un par de manzanas, tres edificios más

Departamento Sanidad y Consumo

Departamento Sanidad y Consumo
La sede de RTVE y la Cámara de Comercio, y  a nuestra izquierda...

Cámara Comercio y RTVE
...la Plaza de Bizkaia y el edificio del Ente Vasco de la Energía


Ente Vasco de la Energía

Plaza de Bizkaia y Ente Vasco de la Energía

Y justo al lado, Azkuna Zentroa (conocido siempre como "La Alhóndiga" trás el fallecimiento del que fue proclamado mejor alcalde del mundo, Iñaki Azkuna, se le dedicó el centro) un antiguo almacén de vinos, que  el Ayuntamiento, de la mano de Philip Starck, ha convertido en un complejo deportivo cultural, con gimnasio, piscina (públicos), cines, bilbioteca, salas de exposiciones, restaurantes...



La Alhóndiga

La Alhóndiga. Las "claraboyas" del techo son el suelo de la piscina

La Alhóndiga
La Alhóndiga es uno de esos sitios que a un visitante como yo le llenan de envidia, y le hacen preguntarse muchas cosas. Disfrutad de ella, porque merece la pena.

Bueno, y aquí ya podéis pajarear un poco por los alrededores, la plaza Indautxu está casi al lado, con edificios como éste:

Edificio en Indautxu

Y la plaza de Campuzano, con edificios como este también está a tiro de piedra



Yo, como ya casi se habrá hecho hora de tomar algo (y bien que os lo habréis ganado), os recomendaría algunos sitios que os pillan muy cerquita.

En la calle García Rivero, que va de Licenciado Pozas a Rodriguez Arias, hay un lugar muy castizo, la marisquería Pedro, con los mejores caracolillos de Bilbao, y unos quisquillones muy respetables, y dos locales interesantes:  Corinto y Oro, un bar con un sistema "automático" de cata de vinos, a base de expendedores que te descuentan el precio de la copa de una tarjeta de credito especial, y donde puedes encontrar vinos de alto nivel; eso sí, no doy garantías de que el precio os parezca adecuado. Y el otro (hay más, y todos en general están bastante bien) Gozatu gastrobar, con una estupenda selección de pintxos, bastante elaborados y muy ricos.                

En los bajos de este edificio en Indautxu (Casi ya abandonando la plaza) hay un bar que ha sido varias veces campeón o subcampeón de España de tortilla de patatas. Muy rica. El nombre del bar es "Izaro"

Edificio en Indautxu
Podéis dejaros llevar siguiendo Licenciado Poza, tomando algún que otro "Zurito", Verdejo, Txakoli o pote en general.

Inciso, "Zurito" viene a ser un cuarto de caña de cerveza, aunque observo que en algunos lugares, se agranda hasta digamos media caña. No se pide un Zurito por ejemplo de Mahou, o de Alhambra. Es cerveza, no importa demasiado cual. Verdejo es, como bien sabréis, vino blanco. Txakoli es un blanco vasco riquísimo, y "pote" es cualquier bebida en general, que siempre vendrá acompañada de alguna porción de comida.

Otro detalle, no esperéis (al menos, no en Bilbao) encontraros el sistema de consumo, a base de conteo de pintxos según los palillos que cada persona tiene, como hacen en una conocida franquicia, que además es catalana. La mayor parte de las veces, por cuestiones sanitarias, los pintxos estarán refrigerados, y cuando no lo estén, o se los pides a la gente del bar en cuestión o los coges tú, y luego la cuenta como es habitual en cualquier parte.

Y un detalle más, seguramente observarás con asombro varias cosas. Una, los bares no son en general demasiado grandes, y aunque lo sean, si son buenos, estarán hasta las trancas de gente. Por cierto, gente bastante ruidosa, aunque muy educada en general. O te va a tocar esperar el hueco en la barra para pedir, o que se cruce tu mirada con algún camarero y que te vaya dando las cosas por encima de la gente. No desesperes, la hostelería tiene un nivel más que aceptable y no esperarás demasiado. Puede -también- que tengas que consumir en la puerta del local, casi seguro de pie, pero es así como se hace allí, incluso (manda ...) aunque llueva y(o haga fresquete. Observarás, también, que la gente en su inmensa mayoría se preocupa de devolver las consumiciones a lugar seguro, como alguna mesa o la barra. El civismo bilbaíno es alto, aún de poteo. No vas a encontrar malos rollos, ni malasombras, ni maleducados (en general, claro).

Podéis acabar en la cercana Doctor Areilza, donde, además del edificio de los Jesuitas podéis disfrutar de alguna que otra terraza, de algún que otro (bastantes) edificio y con el metro (y su correspondiente "Fosterito") ahí mismo.



Edificio en Indautxu


A propósito de los Fosteritos (apelativo cariñoso por el que se conoce a las entradas del metro de Bilbao, debido a que su arquitecto fue Sir Norman Foster), os recomiendo que disfrutéis del metro de Bilbao, una obra magnífica, muy funcional, y que se mantiene en perfecto estado desde que se inauguró

"Fosterito" en Doctor Areilza. A la izquierda los Jesuitas



La primera entrada de esta serie la encontraréis aquí



TODAS LAS ENTRADAS DE ESTA SERIE, HASTA EL MOMENTO







domingo, 19 de enero de 2014

Bilbao visto por un alicantino (I). Los leones, el tigre, el japonés y el timo del resbalón

La primera vez que fui a Bilbao, debió de ser hacia el año 1991. Ni Bilbao, ni Euskadi, ni España eran como son ahora. Ni yo tampoco. La primera vez que fui a Bilbao iba con algo de miedo, y con varios convencimientos previos, o prejuicios, si queréis. El miedo era en parte justificado, dado que ETA entonces estaba aun en pleno apogeo criminal. Y ese miedo me llevó al primero de mis convencimientos. Esperaba encontrar una ciudad gris, triste, con las calles vacías, la poca gente que por ellas transitara, cabizbaja, temerosa o huidiza, una especie de ghetto ultramontano donde nadie, como en un poblado del Oeste, se atrevía a poner los pies en la calle, por miedo a volver a casa con los pies por delante...

El prejuicio cayó más rápidamente de lo que se tarda en decir "Pozas". "Pozas" es como en Bilbao se conoce a la zona de poteo por definición, que no es otra que buena parte de la calle Licenciado Poza y aledaños. El paisaje humano de esa zona (casi a cualquier hora, y casi con cualquier tiempo metereológico que acontezca) es todo lo contrario: cientos de personas charlando, compartiendo, comiendo y bebiendo. Mucha, muchísima gente por las calles. Bilbao no era, pues, una sucursal de Mordor.

El segundo de mis convencimientos era que me iba a encontrar en un lugar absolutamente extraño, con gentes muy distintas a mi, con unas costumbres estrambóticas, con unas ansias, unos sueños, unas vivencias que nada tendrían que ver con las mías. Nada más opuesto. Ir a Bilbao, precisamente a Bilbao, durante tanto tiempo, me ha llegado a convencer de que las diferencias que nos  distinguen son anecdóticas en comparación con todas las cosas que nos acercan. Puedo hacer extensiva esta aseveración hablando de las gentes de cualquier zona, país, nación o región que queráis. Así pues, entendidas las "cuatro reglas" que nos pueden chocar, como chocarían las nuestras a ellos, estás allí tan a gusto como en cualquier otro lugar.

Otro prejuicio, compartido en parte con muchos Bilbaínos era que se trataba de una ciudad fea. Tampoco es cierto, en absoluto. Bilbao es una ciudad de tamaño muy manejable, muy humano (de hecho es poco más grande que Alicante), pero con unos toques de gran capital que te impactan mucho. Se nota el poderío de la gran y potente burguesía que allí hubo (y allí siguen muchos). Los edificios, las avenidas, los parques, las dotaciones de Bilbao, no son los habituales en una ciudad de ese tamaño. De modo que para mí es perfecta. Manejable como mi ciudad, capitalina como Madrid o París.

Bilbao ha mejorado mucho durante estos años. Zonas abandonadas o en ruina, se han regenerado, se ha apostado claramente por la arquitectura de autor, y se posiciona como un destino turístico de mucho nivel y muy interesante, gracias a infraestructuras culturales como el Museo Guggenheim, el museo de Bellas Artes o la Alhóndiga y a grandes obras, algunas de las cuales os voy a intentar mostrar en esta primera entrada.

Empezamos en la Avenida de Sabino Arana, una vía importante. Si miramos en dirección a la estatua del Sagrado Corazón (se ve, es muy grande, no os preocupéis), y caminamos en su dirección, a mitad de calle, si torcemos por cualquier calle hacia la izquierda llegaremos al nuevo San Mamés. Vosotros mismos, a mí me gustó muchísimo.

A su lado, la nueva escuela de Ingenieros Industriales, y detrás una bonita panorámica de la ría hasta casi el mar. Se ve en lontananza el legendario puente de Portugalete. Abajo en primer término un bonito pasea en lo que debió ser un muelle y cerquita el puente de Euskalduna y el Palacio de Congresos. Y la también legendaria grúa Carola, testigo mudo de la antigua actividad portuaria de la ciudad.


El nuevo San Mamés

El nuevo San Mamés y la Escuela de Ingenieros




La grua Carola, el puente Euskalduna, la ría y Deusto al fondo, desde San Mamés

Cuando hayáis terminado de disfrutar de las vistas, seguid bordeando san Mamés, y continuad hasta Sabino Arana, en dirección al Sagrado Corazón. Detrás del monumento, veréis el Palacio de Congresos Euskalduna, una de las obras emblemáticas del nuevo Bilbao.
El Palacio de Congresos Euskalduna

El Sagrado Corazón


El paso de peatones del puente de Euskalduna


A su izquierda, el puente curvo del mismo nombre. Otra obra magnífica. Iremos por él (tiene un paso para peatones espectacularmente ancho) hasta que encontremos unas escaleras que bajan ya en la otra margen de la ría. Bajamos por ellas y casi enfrente (estamos ya en Deusto) la casa del Tigre.
San Mamés y la Grúa Carola desde el puente
El famoso Tigre de Deusto debe su existencia a la ubicación en el edificio de la fábrica de correas de transmisión "El tigre", en los años 40. Era, en cierto modo, una especie de anuncio publicitario. Ha quedado sin embargo como un edificio emblemático de Deusto y Bilbao



Continuamos por el parquecillo que hay en la margen de la ría, hasta el siguiente puente, un puente clásico, que fue levadizo en su momento, el puente de Deusto. Mientras lo cruzamos, podemos disfrutar de las magníficas vistas de la ría a uno y otro lado. Casi al lado tenemos la Universidad de Deusto, y en la otra margen, otra intervención afortunada, un magnífico parque y varios edificios nuevos y reseñables.

Universidad de Deusto

Universidad de Deusto
El parque de Abandoibarra desde el puente de Deusto. Al fondo, el Guggenheim y el puente de La Salve

Entre otros edificios que podéis ir contemplando, os voy a resaltar dos o tres, el primero es el hotel Meliá (antes Sheraton). Tiene un hall espectacular que merece la pena ver, y el edificio a mi me gusta.


El otro, la torre Iberdrola, un magnífico rascacielos, firmado por Cesar Pelli. A su alrededor, viviendas de lujo y de todos los estilos, y unos paseos muy agradables.

La Torre Iberdrola

La torre Iberdrola, y edficios para viviendas

Desde la torre, tenéis ya el museo Guggenheim a tiro de piedra. Es muy recomendable su visita, pero por fuera no desmerece en absoluto. 
Pegado -literalmente- al museo está el remozado puente de la salve. El museo pasa "encajado" bajo el puente, es un puente bastante más alto que el resto. Recomiendo que subáis y disfrutéis de las vistas. Eso si, tendréis que bajar otra vez por el mismo lado, y seguir otro poquito hasta finalizar  el paseo.

El museo Guggenheim

El museo Guggenheim

El puente de la Salve
Sin dejar la ría ni un momento, desde el puente ya podéis divisar el final del paseo. La pasarela de Calatrava y la Puerta de Isozaki (Isozaki Atea)

Dos obras muy distintas. Con la pasarela, Calatrava (one more time) cometió un error grave, serio. La dotó de un suelo plástico pulido, sin pensar en que en Bilbao llueve. Bastante, tirando a mucho. La consecuencia fue que nueve de cada diez personas que la atravesaban en días lluviosos se iban de bruces contra el suelo. Hubo pleitos de por medio, y la solución que se le ha dado a tamaña barbaridad es una especie de moqueta de goma, mal puesta, muy fea, pero parece ser que efectiva.

No hablaré más de Calatrava, puesto que sus obras hablan por él, y aprovecharé esta historia para hacer un inciso: en Bilbao llueve. Mucho, en ocasiones. Pero, si no sois del norte, ni habéis estado por allí, tengo que deciros que si os pilla la lluvia no esperéis bajo un balcón (como haríais en Alicante) a que pare para seguir camino. Eso, amigos, no va a suceder. Si llueve, llueve. Y si os pilla la lluvia, haced lo que hacen los Bilbaínos: dejarla caer y seguir con sus vidas. Otro inciso meteorológico: a pesar de que los Bilbaínos opinan que allí hace frío, no es del todo cierto. Es un frío relativo, pero -ojo- es como el nuestro, muy muy muy húmedo. Lo mismo que el calor. Eso es así. No os vendrá de nuevas.

La pasarela de Calatrava

La solución a los tropezones
Justo enfrente de la chapucilla, podéis disfrutar de una (para mí) magnífica obra: Isozaki Atea, del japonés Arata Isozaki. A mi me gustan los rascacielos, especialmente los de cristal, y me gustan las obras que dan la sensación de bien hechas, por más que vayan pasando los años. Podéis contrastar esta magnífica obra con la pasarela antes citada, y cada cual que saque sus conclusiones.

Isozaki Atea

Isozaki Atea

Isozaki Atea

Bueno, pues hemos llegado al final. Desde aquí, podemos hacer varias cosas, por ejemplo, coger el tranvía, que nos devolverá a la zona desde la que comenzamos y tiene justo aquí una parada.


Si sois especialmente futboleros o mitómanos podéis subir todas las escalinatas del patio central entre las dos torres y os toparéis casi de frente con la sede del Athletic Club de Bilbao (con lo cual, en cierto modo, cerraríamos el círculo)

Si queréis tomar algo en plan muy castizo, siguiendo la calle donde está la sede hacia la izquierda tenéis muy cerquita los Jardines de Albia, y en una de sus esquinas, el Iruña, un lugar con mucho sabor y unos pintxos que merecen la pena. Los de jamón, por ejemplo.

Si sentís nostalgia de la Terreta, antes de llegar a Isozaki habréis pasado por la puerta de L'Arruzz. Y si queréis ver cómo se las gastan los nuevos cocineros de Bilbao, el Guggemheim y el Hotel Dómine Bilbao (otro edificio muy interesante) tienen (dicen, yo no le probado) unas ofertas gastronómicas muy interesantes.







LA RUTA EN GOOGLE MAPS


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